La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.
- Rudyard Kipling
Emiti un suspiro al despertar. Mire por la ventana, ya era de noche, las 9 tal vez. Habia tomado una ducha despues de lavar los platos de Tom.¿me pregunto como habra pasado su cita?, queria volver a hablar con el. No por que sintiera algo "especial"l. si no, porque es una de las unicas dos personas con las que podia hablar abiertamente. Me movi en la cama. Me dolian un poco los ojos. Tal vez porque no habia dormido muy bien, siempre estremeciendome cuando ese sueño se tornaba real. Antes de seguir con aquello escuche un auto - Simone - ¿o acaso seria Tom?, no me importaba, no queria estar sola, necesitaba algo que me inundara la cabeza, para dejar aquellos pensamientos a un lado. Baje apresuradamente las escaleras.
- Oh hola - Simone me saludo con su sonrisa maternal. Cerro la puerta colgo su abrigo y despues fue hacia mi, me froto los hombros.
- Hola - le sonrei.
- Que bien, has llegado sana y salva a casa - ¿pero como no?, me a traido su hijo - es solo que no recorde que no conocias a Tom hasta hace unas horas, disculpame. - si, bueno no lo conocia, pero con su "estilo" no creo que lo olvide muy pronto.
- Si, el me reconocio -
- Si, le mande una foto tuya por mensaje, me alegro tanto de que ya se conozcan - ¿acaso queria que fueramos los mejores amigos?, ¿que jugaramos a la casita o algo asi?. El ya tenia la edad suficiente para jugar al Doctor con una chica de pechos grandes y trasero prominente. - ¿y que te parecio?
- bien, el... se da a notar - demonios, ¿estaria mal que dijera aquello?.
- jajaja - Simone me miro divertida. Uff aquello no la habia ofendido - y eso que no conoces a Bil - Bill, Bill, Bill, ¿acaso era estrella de rock? - hablando de el, ¿no a llegado? - Simone se quedo mirando a las escaleras, tal vez queria subir a ver si su estrellita estaba en su cuarto - ¿lo has escuchado llegar Diana? - me estaba estrujando los sesos para recordar algo, pero no, nada.
- hum... dormi un poco, despues baje a comer y volvi a subir a recostarme, pero no, no creo haber escuchado nada -
- oh, el no hace cosas asi - ¿El?, acaso era un Nerd como en the big bang theory - subire a ver - note la pesadez de sus ojos y su cansancio.
- si tu estas de acuerdo, yo subire a ver - si bueno tenia que ser amigable, ademas conoceria un poco mas el hambiente de ese tal Bill.
- No, no yo... - su mirada recorrio las escaleras. - ¿Estas segura? - lo sabia.
- muy segura - si, y anciosa.
- Esta bien, su alcoba es la de al fondo - oh si ya recordaba, o un atizbo de esta.
- oh Bien, yo subire -
- esta bien, preparare la cena - a esto no me podia ofreser, era un desastre en la cocina. Subi las escaleras y note la habitacion de hasta el fondo. pase por otra puerta color cafe, supuse que era la de Tom. Me pase de largo tampoco es como si fuera a espiarlo. Mientras me iba aproximando me daba cuenta de los detalles de la puerta. Alguien la habia pintado de negro y tenia ciertas, calcomanias en colores rojos y naranjas. Craneos, estrellas, toda una estrellita del rock ¿no?. Toque unas cuantas veces.
- B-Bill - si me costaba decirlo. ¿como llamas a la puerta de alguien a quien no conoces? - ¡Bill!, tu mama esta en casa - Demonios, me sentia estupida.- ¡Bill! - tome la perilla me habia desesperado, pero jamas pense que podria estar abierto - oh, perdon, lo siento, no queria... ¿ah? - vacia. abri los ojos como platos dentro la luz estaba encendia. Observe detenidamente un momento. Cama, buro, ropero, todo normal. Algunos posters Green Day, aerosmith, algunas bandas que no conocia. Realmente parecia normal, me esperaba no se que todo estuviese decorado de una forma gothica o algo asi. - hum - note una mochila en una silla. ¿El ya habia llegado? - me acerque, pero una nota sobre el mueble del computador llamo mi atencion.
"mama fui a la casa de Gustav. Regreso para la cena"
Bill
Genial me quede sin conocer a la estrella de Rock. Salia de la habitacion, pero algo, algo en la cama capto mi mirada. Un bulto azul marino. Me recordaba a algo. Me acerque a el y lo tome entre mis manos y lo mire detenidamente. Se parecia tanto a mi... a mi... a mi sueter, que habia llevado esa tarde pero ahora no sabia donde estaba. oh por Dios, no, no era, no era. Solte el sueter inmediatamente como si se estuviera quemando y sali disparada hacia mi habitacion. Debia, Debia de estar por ahi. Lo busque en mi mochila, en la cama, en el baño, pero nada. Recorde entonces que lo habia tirado al suelo cuando aquel chico empezo a acariciarme. Oh mierda... Bill... Bill... ¿era ese chico?
Demonos, Demonios. No, no podia ser el, ¿o si?. ¡Vaya lio!. Esto si que es la cereza del pastel de mi dia. - perfecto - bueno, no podia ser tan paranoica, ¿cierto?, el puede tener una novia y ella le dio su sueter, que es igual... al mio. Bueno nada es imposible. Esperen, fotos, si en una casa siempre ahi fotos de sus habitantes, debia de haber una foto de ese chico por algun lado. Sali de mi cuarto mire para todos lados y sigilosamente fui bajando las escaleras. Escuche los murmullos en la cocina. Pero yo me dirigia a la sala. ahi entonces me vi rodeada de fotos familiares. Dos pequeños con conos gigantes. Dos pequeños con trajes de baño. Dos adolescentes graduandoce. Dos adolescentes, uno con rastas y el otro con pelo negro en punta. - B-Bill - Bill, Bill, Bill, Bill, y mas Bill. Era el sin duda. Tome una pequeña fotografia entre mis manos. Un chico con maquillaje cargado, palido y pelo negro, piercing en la ceja. - oh Dios -
-Diana, ven a cenar -
- Oh, ¿ya esta aqui? - esa fue una voz masculina. Que ya habia escuchado antes. Esa tarde para ser especifica.
- Si, Bill ella llego en la mañana - oh no.
- cierto, disculpa que sea tan distraido - aun seguia paralizada. No podia, no podia. Yo me desmayaria.
- ¿Diana? - Bien. Hora de la verdad.
- Hola, Bill - el sonreia. Luego sorpresa. Sus parpados no se podian abrir mas de lo que ya estaban.
- H- Hola - Nos miramos. Lo veia todo en sus ojos. Todo. El aun no me habia olvidado.
- Bien a cenar - claro. Me moria de hambre, mas con sus ojos escudriñando dentro de los mios.
La cena se habia convertido en un campo minado. Siempre mirandolo para saber lo que hacia, para que nuestros movimientos no coincidieran. Todo estaba muy callado y podia ver sus ojos en mi, con esa duda. Tuve la necesidad de levantarme de la mesa y soltarle en la cara el "si soy yo, soy con la que casi tienes sexo esta mañana". Por obvias razones no lo aria.
Simone nos miraba algo absorta ya que parecia estar impaciente tecleando su celular con rapidez.
- ¿Pasa algo mama? - note la preocupacion de Bill.
- Es solo que... -
- Te necesitan, ¿verdad? -
- No, no se las pueden arreglar solos -
- No importa puedes ir - Simone levanto la vista. Ella y Bill comparieron miradas. Bill sonreia, pero podia sentir su melancolia.
- Bill, corazon yo no quiciera enserio - parecia haber algo mas que solo una sonrisa melancolica.
- No te preocupes, yo recibire a Tom cuando llegue, ve... a tu trabajo - Bill centro su atencion en el trozo de carne que tenia frente y con su tenedor comenzo a darle vuelta a su pure de papas.
- Bien, Diana, lo siento tengo que irme. Pero tranquila Bill es muy responsable - dijo esto con una sonrisa mirando a su hijo que aun tenia la cara en el plato.
- Si, no importa - Simone se alejo de nosotros y fue hasta la puerta. Tomo un abrigo, llaves y abrio la puerta.
- Hasta mañana niños. No se duerman muy tarde, Bill - Bill levanto su cara - Cuidala y cuidate - y salio por la puerta. Silencio absoluto. Nos quedamos mirando. Ninguno agacho la cabeza. Parecia mas bien una pelea por orgullo. Ninguno de los dos queria perder.
Decidi que eso era una tonteria. Me levante de la mesa y sali hacia la cocina, con mi plato en las manos. Ya no tenia hambre. Fui hacia el basurero y tire lo que quedaba de la carne. Escuche unos pasos detras de mi, no les di importancia. Fui al fregadero y comence a restregar el cepillo lleno de jabon contra el plato. Habia una mirada detras de mi. Maldicion no soportaba que la gente me mirara, menos con semejante descaro. Termine y sali de ahi. Pase a un lado de el sin nisiquiera mirarle, pero el no alejaba sus malditos ojos de mi. Como si fuera un animal raro. Fui a la mesa y acomode mi silla. El continuaba ahi recargado contra la pared sin decir nada. Camine hasta las escaleras y comence a subirlas, necesitaba estar lejos de el. Entonces comence a escuchar las pisadas detras de mi. ¡Joder que acaso no me dejaria!
- ¿¡Que jodidos quieres!? -Dije esto bastante molesta. El era molesto.
- ¿asi que si hablas? - Fruncio sus labios en una divertida sonrisa. Eso me habia destrozado los pocos nervios que me quedaban. Me di media vuelta para quedar frente a frente con esa imitacion de estrellita del Rock.
- ¡Si, si hablo y lo hago mucho mejor que tu, que solo te quedas mirando como idiota intentando descifrar si soy yo la chica que casi te cojes en el baño esta mañana!- Lo mire, el ahora me miraba friamente. Como si aquello fuera un mal recuerdo que necesitara borrar. - Ves te lo dije - estaba apunto de continuar con mi ascenso por las escaleras cuando volvi a escuchar los pasos detras de mi. Si eso me habia encabronado lo suficiente. - ¡ya te dije que...! - Estaba apunto de voltear cuando una mano hiso que girara mi cuerpo bruscamente y quedara frente a el, y con su cuerpo rozando el mio.
- Si, si eres ella - me quede paralizada. Su tacto de nuevo esa sensacion en las venas.