Genial, Bien, perfecto, no sabia donde me encontraba, de echo jamas habia estado mas perdida en mi vida y me sentia mas extraña. Al darme mi horario sali de ahi pero la campana sono y todos se arremolinaron a sus clases sin permitirme preguntarles donde se encontraba el salon 135. Ahora sin duda estaba en un grave problema, tenia que encontrar a alguien y pronto. Mientras subia unas escalerrillas note a una chica, que se dirigia a una puerta que despues identifique como un baño. Me dirigi hacia ella casi corriendo y la tome del hombro ligeramente.
- Hola - note su mirada de desdén. Llevaba los ojos delineados y los labios con gloss rosa. Tambien tenia una perforacion en la nariz.
- Hola -
- oye disculpa, ¿pero podrias ayudarme? - note como abria mas los ojos y como fruncia ligeramente el seño.
-¿A que tipo de cosa? -
- Pues... - antes de poder decir mas me tomo de la mano y me introdujo en el baño, genial tal vez pensaba algo raro de mi, quizas era lesbiana y quiciera abusar de mi, Oh Dios.
- ¿Dime que cosas? - aun seguia con ese gesto serio y mirandome fijamente, sin soltarme de la mano. Me solte estrepitozamente de su agarre, aun sin comprender aquello.
- Escucha, no se que estes pensando y porque esta actitud tan misteriosa, pero solo quiero ayuda con mi horario - note como hacia una mueca de sorpresa y como despues se ponia a reir.
- ¿Tu... tu horario? - ahora posaba un codo sobre el lavamanos. - ¡joder! ya pensaba que me pedirias algunos dulcesitos especiales - oh genial, primero perdida, ahora con una delicuente que vendia droga. Bravo.
- Y-yo jamas aria eso - me note algo indignada.
- oh vamos, ¿como podria yo saberlo? - dejo de reir un poco y se miraba ahora en el espejo, acomodando su loco, muy loco cabello, negro pero con mechas azules, rosas, rojas, verdes, vamos... todos los colores del arcoiris. Tambien se acomodo su largo fleco que le tapaba un ojo. - ¿y que miras? -
- Bien, este... ¿me ayudaras? -
- Claro, dame tu hoja - antes de sacar completamente la hoja de mi carpeta, ella me la arrebato de las manos - bien, veamos, veamos... - poso sus ojos miel en mi hoja, asi pude seguir obervandola, traia una playera azul con un diseño loco y unos pantalones de mezclilla muy ajustados. Ella era tan delgada.
- Bien, genial - oh ahora que diria - tenemos bastantes clases juntas - fue acercandose hacia mi y me devolvio mi hoja - ¿que te parece? - fue acercandose a mi, tocandome la mejilla, pero antes de que ella pudiera avanzar mas, fui salvada por la campana. - ¡maldicion!, bueno dejame llevarte a tu salon - volvio a tomarme de la mano, espero que no se vuelva un habito.
- Aqui es, salon 154 -
- Gracias -
- de nada, lastima que esta clase no nos toque juntas - se volvia a acercar hacia mi - pero escucha, si yo te asuste, aun no has visto lo peor - me miro de una forma maliciosa - cuidate carita de porcelana - Ella se fue. acaso.. carita de... eso ya lo habia escuchado antes, atras muy atras...
Entre en el salon donde me tope con alguien mas, una chica de falda corta de color rosa y un sueter de color gris, quien estaba borrando el pizarron. Tome asiento en una de las bancas de enfrente.
- Hola - ella volteo con una amplia sonrisa y con su cabello castaño cayendole por los hombros y su flequillo sobre los ojos.
- Hola - dejo los borradores sobre el pizarron -
- ¿como estas? -
- Bien, ¿y tu?-
- Tambien, ¿como te llamas?-
- Caroline ¿tu? -
- Diana -
- mucho gusto Diana - ella se sento a un lado de mi.
- Igualmente -
- ¿disculpa, pero eres nueva? - genial la pregunta del millon.
- si, ¿y tu? -
- oh no, yo no, tengo 5 años en esta escuela -
- vaya, debe ser genial, debes conocer esta escuela a la perfeccion - si, fantastico, asi no tendria que seguir con la psicopata para que me guiara en esta escuela infernal.
- no solo la escuela, a los maestros, a los alumnos, en fin todo - Bingo.
- Oye y... - antes de que pudiera terminar note como un señor alto y regordete entraba por la puerta con unos libros bajo el brazo y con algunos chicos detras de el con cara de entierro.
- Ven sientate con nosotras - Bien, ya podria estar con un grupo de personas para no sentirme tan antisocial para variar.
- Bien - fuimos hasta el extremo del salon, pero, me percate de que en aquella hilera de bancas, solo habia mochilas, o bolsas de color rosa. No, no podia sacar conjeturas tan pronto pero... al ver a un cuarteto de chicas en la puerta, todas con fanda rosa, creo que quedo bastante claro donde me habia metido ahora. Una voz femenina pero potente le hablo al profesor.
- ¿podemos pasar? - se sacudio su rubio cabello. Sus ojos verdes parecian escanear todo loq ue habia dentro del salon en esos momentos, incluyendome.
- Si, Señorita, Haster -
- Gracias - las demas chicas la siguieron, una de cabello negro ondulado y otra con el cabello castaño pero mas obscuro que el de Caroline. Dios, no que esas mochilas sean de otras, de otras chicas, no, no. Pero mis esperanzas se vinieron abajo cuando cada una ocupo un lugar y saludaban a Caroline. ¿por que a mi?
Lunes, 17, 10: 03 am.
Encuentro numero 1.
Mierda, Mierda, con las populares, no podia ser verdad, no podia, ¿por que?. Me hubiera quedado con la traficante, antes de estar aqui. Terminando la clase mire mi horario, genial almuerzo, Caroline me hablo, supongo que queria que me sentara con ellas, pero no, ni hablar, jamas estaria con las "populares" habia tenido suficiente experiencia antes de como son ellas, ahora solo queria alejarme de ese mundo. Me excuse diciendo que tenia que recoger unas cosas en direccion y que despues las alcanzaria. Me dedique a observar desde un lugar seguro como todos corrian hacia la cafeteria. Yo pretendia dedicar mi tiempo en observar detenidamente aquella gran escuela. Me toque la cara estaba algo sudada, si bueno despues de mi primer encuentro con esa chica como no estarlo, me dirigia al baño, pero mi mochila se enrredo con algo y todas mis cosas calleron al suelo. Bien, no podria estar mejor. Me agache resignada y comence y meter mis libros y carpetas dentro de mi mochila, intente tomar un boligrafo pero en lugar de eso solo lo aleje mas
- regresa - alargue mi mano hasta tomarlo, estube apunto pero... choco contra unos tennis blancos, el pie de alguien. Una mano grande y con dedos delgados y grandes decendio, Note su esmalte color negro y como una gruesa cadena estaba alrrededor de su muñeca. Tomo mi boligrafo. Subi la mirada aun de rodillas en el suelo, era un chico con el pelo como si hubiera explotado algo en el laboratorio. Se inclino y se puso de cuclillas.
- ¿es tuyo? - hablo con un tono bastante amable, tenia su piel palida, ojos marrones, maquillados con sombras obscuras y un piercing en la ceja. Me quede un poco estupefacta. - ¿estas bien? -
- S-si si es mio - el me ofrecio mi boligrafo, lo tome algo cuidadosa, el me sonrio algo divertido de mi cautela. - gracias -
- Ten mas cuidado - ambos nos fuimos levantando lentamente del suelo. Oh por Dios, era enorme, para ser tan delgado. Su camiseta rojo vino se le ceñia perfectamente al cuerpo. Llevaba unos pantalones de mezclilla.
- La tendre - me di la vuelta para poder librarme de aquello, fue demaciado vergonzoso, ya que yo contaba con que aquel espectaculo no lo habia visto nadie, y ahora resultaba que él lo habia visto. Digamos que aun seguia algo aturdida y avergonzada para fijarme por donde caminaba, tropece con mis propios pies. Si ya lo veia, mi cara en el suelo, en el frio piso y aquel chico mirandome desconcertado y despues estallando en carcajadas. Si, ahi viene, ahi viene. Pero, no, nunca llego ese dolor que me anunciaba que mi profecia se habia cumplido. Abri un ojo y luego el otro, estaba inclinada, podia ver mi pelo al rededor de mi cara cayendo hacia delante. Senti como una mano me tomaba por el torso. Baje mi mirada, era un brazo delgado y largo, con una cadena en la muñeca. - Oh - solo alcance a pronunciar aquello. Senti como me reincorporaba de nuevo y como el cuerpo me daba la vuelta.
- Dijiste que tendrias cuidado - volvi a mirarme dentro de esos ojos cafes, sintiendo mi cuerpo reaccionando a su toque. Mi corazon se agitaba, como si fuera una reaccion quimica. El me miro tiernamente, yo aun no podia reaccionar cuando senti sus labios en los mios, acariciandolos dulcemente. Sus brazos se ajustaban a mi cintura atrayendome hacia el. Mis manos juguetearon con su cabello. Dentro de mi boca senti una pieza. Tambien tenia una perforacion en la lengua. Sexi.- Hum... - separo un momento su boca de la mia y sus ojos recorrieron el lugar, comenzo a caminar y llevandome hacia el baño. Si eso era. Sus manos acariciaron mis mejillas ya ruborizadas. Comenzo a quitarme el sueter. Yo recorria su espalda con mis dedos. Su lengua y la mia aun danzaban en nuestras bocas, sentia su saliba, por un momentos senti como me hundia en ese baile, como pense que jamas saldria de eso, que parecia un completo frenesi. Desperte hasta que senti sus manos bajo mi falta, sentia su toque aun debajo de las medias. Recuerdos furtivos invadieron mi mente. El ahora desabrochaba mi blusa color caqui. Mas recuerdos, para, basta. Aun cuando mi mente me lo gritaba, yo aun seguia inmersa en aquel sentimiendo. Pronto mis manos tocaron su desnudo pecho. Delgado, pero aun asi tenia formado el cuerpo, no sabia que eso era posible. Su boca tubo contacto con mi cuello. Me tomo por la cintura y me subio al lavamanos. Yo lo tenia contra mi, con mis piernas cruzadas al rededor de su cuerpo.
- Hum - Deje salir aquello. El estaba tan cerca de mi. Besandome el cuello, restregando su lengua y su frio piercing contra mi piel. Yo aun jugueteaba con su cabello, pegando mas su cabeza a mi. Sus manos comenzaron a tocar de bajo de mi blusa, cerca, muy cerca, ¡para!. lo aleje estirandolo del cabello. Su cara era de furia pero en sus ojos vi mi rostro. Miedo. - L-lo siento - lo deje en libertar de la prision de mis piernas y me baje de el lavamanos. Me acomode la blusa y la falda. Buscaba freneticamente mi mochila, ¿se habia quedado fuera?.
- Y-yo, no se... perdon - lo escuche murmurar. Sus ojos estaban perdidos. Coloco su mano sobre su frente. Bingo, mi mochila estaba en una esquina. La tome y sali de ahi
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