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sábado, 2 de julio de 2011

Alemania y un Encuentro Cap.-4

La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.
- Rudyard Kipling

Emiti un suspiro al despertar. Mire por la ventana, ya era de noche, las 9 tal vez. Habia tomado una ducha despues de lavar los platos de Tom.¿me pregunto como habra pasado su cita?, queria volver a hablar con el. No por que sintiera algo "especial"l. si no, porque es una de las unicas dos personas con las que podia hablar abiertamente. Me movi en la cama. Me dolian un poco los ojos. Tal vez porque no habia dormido muy bien, siempre estremeciendome cuando ese sueño se tornaba real. Antes de seguir con aquello escuche un auto - Simone - ¿o acaso seria Tom?, no me importaba, no queria estar sola, necesitaba algo que me inundara la cabeza, para dejar aquellos pensamientos a un lado. Baje apresuradamente las escaleras.
- Oh hola - Simone me saludo con su sonrisa maternal. Cerro la puerta colgo su abrigo y despues fue hacia mi, me froto los hombros.
- Hola - le sonrei.
- Que bien, has llegado sana y salva a casa - ¿pero como no?, me a traido su hijo - es solo que no recorde que no conocias a Tom hasta hace unas horas, disculpame. - si, bueno no lo conocia, pero con su "estilo" no creo que lo olvide muy pronto.
- Si, el me reconocio -
- Si, le mande una foto tuya por mensaje, me alegro tanto de que ya se conozcan - ¿acaso queria que fueramos los mejores amigos?, ¿que jugaramos a la casita o algo asi?. El ya tenia la edad suficiente para jugar al Doctor con una chica de pechos grandes y trasero prominente. - ¿y que te parecio?
- bien, el... se da a notar - demonios, ¿estaria mal que dijera aquello?.
- jajaja - Simone me miro divertida. Uff aquello no la habia ofendido - y eso que no conoces a Bil - Bill, Bill, Bill, ¿acaso era estrella de rock? - hablando de el, ¿no a llegado? - Simone se quedo mirando a las escaleras, tal vez queria subir a ver si su estrellita estaba en su cuarto - ¿lo has escuchado llegar Diana? -  me estaba estrujando los sesos para recordar algo, pero no, nada.
- hum... dormi un poco, despues baje a comer y volvi a subir a recostarme, pero no, no creo haber escuchado nada -
- oh, el no hace cosas asi - ¿El?, acaso era un Nerd como en the big bang theory - subire a ver - note la pesadez de sus ojos y su cansancio.
- si tu estas de acuerdo, yo subire a ver - si bueno tenia que ser amigable, ademas conoceria un poco mas el hambiente de ese tal Bill.
- No, no yo... - su mirada recorrio las escaleras. - ¿Estas segura? - lo sabia.
- muy segura - si, y anciosa.
- Esta bien, su alcoba es la de al fondo - oh si ya recordaba, o un atizbo de esta.
- oh Bien, yo subire -
- esta bien, preparare la cena - a esto no me podia ofreser, era un desastre en la cocina. Subi las escaleras y note la habitacion de hasta el fondo. pase por otra puerta color cafe, supuse que era la de Tom. Me pase de largo tampoco es como si fuera a espiarlo. Mientras me iba aproximando me daba cuenta de los detalles de la puerta. Alguien la habia pintado de negro y tenia ciertas, calcomanias en colores rojos y naranjas. Craneos, estrellas, toda una estrellita del rock ¿no?. Toque unas cuantas veces.
- B-Bill - si me costaba decirlo. ¿como llamas a la puerta de alguien a quien no conoces? - ¡Bill!, tu mama esta en casa - Demonios, me sentia estupida.- ¡Bill! - tome la perilla me habia desesperado, pero jamas pense que podria estar abierto - oh, perdon, lo siento, no queria... ¿ah? - vacia. abri los ojos como platos dentro la luz estaba encendia. Observe detenidamente un momento. Cama, buro, ropero, todo normal. Algunos posters Green Day, aerosmith, algunas bandas que no conocia. Realmente parecia normal, me esperaba no se que todo estuviese decorado de una forma gothica o algo asi. - hum - note una mochila en una silla. ¿El ya habia llegado? - me acerque, pero una nota sobre el mueble del computador llamo mi atencion.

"mama fui a la casa de Gustav. Regreso para la cena"
Bill

Genial me quede sin conocer a la estrella de Rock. Salia de la habitacion, pero algo, algo en la cama capto mi mirada. Un bulto azul marino. Me recordaba a algo. Me acerque a el y lo tome entre mis manos y lo mire detenidamente. Se parecia tanto a mi... a mi... a mi sueter, que habia llevado esa tarde pero ahora no sabia donde estaba. oh por Dios, no, no era, no era. Solte el sueter inmediatamente como si se estuviera quemando y sali disparada hacia mi habitacion. Debia, Debia de estar por ahi. Lo busque en mi mochila, en la cama, en el baño, pero nada. Recorde entonces que lo habia tirado al suelo cuando aquel chico empezo a acariciarme. Oh mierda... Bill... Bill... ¿era ese chico?
Demonos, Demonios. No, no podia ser el, ¿o si?. ¡Vaya lio!. Esto si que es la cereza del pastel de mi dia. - perfecto - bueno, no podia ser tan paranoica, ¿cierto?, el puede tener una novia y ella le dio su sueter, que es igual... al mio. Bueno nada es imposible. Esperen, fotos, si en una casa siempre ahi fotos de sus habitantes, debia de haber una foto de ese chico por algun lado. Sali de mi cuarto mire para todos lados y sigilosamente fui bajando las escaleras. Escuche los murmullos en la cocina. Pero yo me dirigia a la sala. ahi entonces me vi rodeada de fotos familiares. Dos pequeños con conos gigantes. Dos pequeños con trajes de baño. Dos adolescentes graduandoce. Dos adolescentes, uno con rastas y el otro con pelo negro en punta. - B-Bill - Bill, Bill, Bill, Bill, y mas Bill. Era el sin duda. Tome una pequeña fotografia entre mis manos. Un chico con maquillaje cargado, palido y pelo negro, piercing en la ceja. - oh Dios -
 -Diana, ven a cenar -
- Oh, ¿ya esta aqui? - esa fue una voz masculina. Que ya habia escuchado antes. Esa tarde para ser especifica.
- Si, Bill ella llego en la mañana - oh no.
 - cierto, disculpa que sea tan distraido - aun seguia paralizada. No podia, no podia. Yo me desmayaria.
- ¿Diana? - Bien. Hora de la verdad.
- Hola, Bill - el sonreia. Luego sorpresa. Sus parpados no se podian abrir mas de lo que ya estaban.
- H- Hola - Nos miramos. Lo veia todo en sus ojos. Todo. El aun no me habia olvidado.
- Bien a cenar - claro. Me moria de hambre, mas con sus ojos escudriñando dentro de los mios.


La cena se habia convertido en un campo minado. Siempre mirandolo para saber lo que hacia, para que nuestros movimientos no coincidieran. Todo estaba muy callado y podia ver sus ojos en mi, con esa duda. Tuve la necesidad de levantarme de la mesa y soltarle en la cara el "si soy yo, soy con la que casi tienes sexo esta mañana". Por obvias razones no lo aria.
Simone nos miraba algo absorta ya que parecia estar impaciente tecleando su celular con rapidez.
- ¿Pasa algo mama? - note la preocupacion de Bill.
- Es solo que... -
- Te necesitan, ¿verdad? -
- No, no se las pueden arreglar solos -
- No importa puedes ir - Simone levanto la vista. Ella y Bill comparieron miradas. Bill sonreia, pero podia sentir su melancolia.
- Bill, corazon yo no quiciera enserio - parecia haber algo mas que solo una sonrisa melancolica.
- No te preocupes, yo recibire a Tom cuando llegue, ve... a tu trabajo - Bill centro su atencion en el trozo de carne que tenia frente y con su tenedor comenzo a darle vuelta a su pure de papas.
- Bien, Diana, lo siento tengo que irme. Pero tranquila Bill es muy responsable - dijo esto con una sonrisa mirando a su hijo que aun tenia la cara en el plato.
- Si, no importa - Simone se alejo de nosotros y fue hasta la puerta. Tomo un abrigo, llaves y abrio la puerta.
- Hasta mañana niños. No se duerman muy tarde, Bill - Bill levanto su cara - Cuidala y cuidate - y salio por la puerta. Silencio absoluto. Nos quedamos mirando. Ninguno agacho la cabeza. Parecia mas bien una pelea por orgullo. Ninguno de los dos queria perder.
Decidi que eso era una tonteria. Me levante de la mesa y sali hacia la cocina, con mi plato en las manos. Ya no tenia hambre. Fui hacia el basurero y tire lo que quedaba de la carne. Escuche unos pasos detras de mi, no les di importancia. Fui al fregadero y comence a restregar el cepillo lleno de jabon contra el plato. Habia una mirada detras de mi. Maldicion no soportaba que la gente me mirara, menos con semejante descaro. Termine y sali de ahi. Pase a un lado de el sin nisiquiera mirarle, pero el no alejaba sus malditos ojos de mi. Como si fuera un animal raro. Fui a la mesa y acomode mi silla. El continuaba ahi recargado contra la pared sin decir nada. Camine hasta las escaleras y comence a subirlas, necesitaba estar lejos de el. Entonces comence a escuchar las pisadas detras de mi. ¡Joder que acaso no me dejaria!

- ¿¡Que jodidos quieres!? -Dije esto bastante molesta. El era molesto.
- ¿asi que si hablas? - Fruncio sus labios en una divertida sonrisa. Eso me habia destrozado los pocos nervios que me quedaban. Me di media vuelta para quedar frente a frente con esa imitacion de estrellita del Rock.
- ¡Si, si hablo y lo hago mucho mejor que tu, que solo te quedas mirando como idiota intentando descifrar si soy yo la chica que casi te cojes en el baño esta mañana!- Lo mire, el ahora me miraba friamente. Como si aquello fuera un mal recuerdo que necesitara borrar. - Ves te lo dije -  estaba apunto de continuar con mi ascenso por las escaleras cuando volvi a escuchar los pasos detras de mi. Si eso me habia encabronado lo suficiente. - ¡ya te dije que...! - Estaba apunto de voltear cuando una mano hiso que girara mi cuerpo bruscamente y quedara frente a el, y con su cuerpo rozando el mio.
- Si, si eres ella - me quede paralizada. Su tacto de nuevo esa sensacion en las venas.

Alemania y un encuentro Cap.-3

El beso es un mordisco que aprendió educación. 
- Tolis Van

Lunes, 17, 2:06 pm. 
"Querida no podre pasar por ti, me a surgido algo en el trabajo. Pero Tom lo ara. Besos, te vere en la cena"
Simone.

Solo esto faltaba. Traficantes, populares, un encuentro sexual y ahora quedaba a merced de un sujeto que no conocia. Suspire y eche la cabeza para atras de el respaldo de la banca. Escuchaba los murmullos de los adolescentes, al salir del edificio y me llegaba un olor a cigarrillo. Asco. Siempre odie el cigarro y bastante. Puse mis manos sobre mi cara. Aun no podia olvidar aquello, sus manos, sus dedos, su lengua, si pieza moviendose sobre mi boca. Aun se me ponia el vello de punta.

- ¿Disculpa? - genial, tal vez ahora estaba sentada en la banca de alguien mas.
- ¿ah? - me quite las manos de la cara y mire casi estupefacta a un chico alto, con rastas castañas, una gorra sobre la cabeza, sudadera ancha color cafe y sus pantalones igual de anchos. Mirandome con el seño algo fruncido. Si, ahora me asaltarian.
- ¿Diana? - oh no, estuvo investigandome. Sabia todo de mi, me secuestraria y luego pediria rescate.
- S-si - giro los ojos y volvio a mirarme.
- Vamonos -
- ¿a donde? - oh no, ¿deberia de gritar, correr?, pero no podia moverme.
- a casa - solto una media sonrisa y alzo una ceja. Note su brillante piercing a un costado de su boca. - oh, ya entendi - solto una carcajada - no sabes quien soy - se apunto a si mismo con el dedo y yo dige "no" con un gesto con la cabeza, aun muy desconcertada. - vaya, me haces sentir poco importante, bien soy Tom - ¿el?, ¿el era el hijo de Simone? - ¿mama no te dijo que pasaria por ti? - oh Dios era el. - ¡eh!, ¿sigues viva? - me sacudio por los hombros y yo desperte de mi trance.
- S-si, es solo que... nada. Mucho gusto -
- Igual, bien, andando, no quiero llegar tarde, tengo una cita - esto lo dijo con un tono altanero.
- bien, no quiero que llegues tarde - la verdad no me importaba lo que el hiciera o dejara de hacer, solo queria ir a casa.
- bueno, vamos - se dio la media vuelta y yo lo segui, aunque me era dificl ya que el daba unas zancadas demaciado largas y yo no podia igualarlas. Metio la llave en un Cadilac negro.
- ¿este es tu auto? - no pude disimular mi tono de sopresa. Es que hasta yo sabia que ese auto era hermoso.
- Bonito, ¿no? - si, sus palabras demostraban lo orgulloso que se sentia de su lindo auto.
- bastante - apoye ligeranmente mis dedos en la puerta.
- bueno, subete -

- Hum... - aun seguia pensando en lo ocurrido hace unas cuantas horas. Me encontraba en la cama. Habia intentado dormir ya que me sentia cansada en efecto, pero cada vez que cerraba los ojos era como si reviviera aquel momento, aun podia sentir sus dedos sobre mi cuerpo. Su estrecho cuerpo entre mis piernas. - ¡ah! - me tape la cara con una almohada para quitarme esos pensamientos, pero no funciono.
- ¡Hey! - una voz masculina me llamo desde mi puerta. Baje un poco la almohada. Era Tom - ¿Vaya acaso quieres morir o algo asi? - sonrisa burlona. La detestaba, y era raro tomando en cuenta lo poco que tenia de conocerlo. Hice una mueca con el rostro, como indigancion y verguenza. - bueno, si, ¿tienes hambre? - ¿acaso se habia quedado sin palabras?.
- pues... - oh si comida, comida, cuando escuche que la pronunciaba mi estomago reacciono. - Si un poco -
- ahi pizza abajo - bueno tal vez no era la comida que tenia en mente pero funcionaria.
- Gracias, ahora bajo -
- De nada - Tom salia de la habitacion cuando se detuvo - por cierto, las almohadas van abajo de la cabeza, no encima de la cara - de nuevo esa sonrisa. Salio de mi habitacion conteniendo aun sus carcajadas.

- ¿y que cuentas - Tom me interrumpio con esa pregunta. Yo sacaba un plato de la alacena.
- ¿hum? - Tom se dio la vuelta y me miro con una ceja alzada. Creo que yo no podia decir mas de dos palabras juntas. - oh, nada, nada la escuela, estuvo... bien -  claro, tuve tres encuentros cercanos con las cosas que pretendia evitar en la vida.
- ¿y conociste a alguien interesante? - Dios, eso, eso... no, que paranoia.
- Pues... - ahi vamos tenia que decirselo a alguien. - me tope con personas algo, diferentes.
- jajaja pues claro, nadie es igual. - note como se referia a si mismo, con ese porte de rapero - ¿Que?, ¿creias que todos tenemos que ser como los demas?. - mientras me servia la pizza buscaba una forma de contarle algunas cosas sin sonar como lo que el pensaba que era; una tonta niña que criticaba sin conocer.
- No, no me refiero a eso, es solo que... cuando iba por un pasillo me tope con una chica, que me soprendio -
- ¿acaso llevaba los pechos de fuera o algo asi? - su forma tan natural de decir aquello me sorprendio, aunque por una extraña razon me hizo reir un poco - Oh vaya espectaculo que me habre perdido - continue riendo bajo.
- No, no tranquilo no te has perdido de nada -
- uff menos mal - fingio limpiarse el sudor de la frente con la mano.
- Solo era una chica con un cabello muy loco -
- ah asi que ya conociste a Mily - ¿el tambien la conocia?, vaya si que era famosa.
- pues no, no se su nombre - Tom apoyo los codos en la mesa y se inclino un poco a mi.
- Es una chica de cabello negro, pero con cientos de mechas de diferentes colores y con un piercing en la nariz, no es cierto - bien, si esa era su descripcion.
- Sip, la misma -
- entonces su nombre es Mily, Milisent, pero ya sabes como son las personas con sus nombres - Si, conocia a bastantes. - Diria que te alejaras de ella, no es una buena chica - ¿el se estaba preocupando por mi? - una vez salimos, pero no, demaciado loca, ademas creo que es lesbiana - maldicion - ¿no sera? -
- ¿no sera que? - lo mire con algo de curiosidad.
- ¿que le hayas gustado? - oh no, eso, eso seria lo ultimo que yo, que ella, ¡Tom! - te has ruborizado, tal vez a ti...
- Tom no seas idiota - solte esto sin pensarlo y llevandome el pedazo de pizza a los labios, cerre mis ojos para disfrutar de aquel sabor delicioso. Si que tenia hambre.
- jajajaja - escuche a Tom rerir. Entreabri un ojo y lo vi. Ciertamente estaba riendo.
- ¿que te causa risa? -
- es solo que con esa expresion de indignacion te pareces a Bill, ja - Bill, Bill, Bill.....
- ¿Bill? - lo mire. Curiosa de nuevo. - ¿quien es Bill?-
- Wow, tu si que no sabes nada -
- ¿me diras o no? -
- Calma, calma, mi hermano, Bill - oh cierto eran dos.
- ah ya entiendo -
- Pero sin duda con esos gestos te pareces demaciado a mi flacucho hermano -
- ¡oye! -
- jajajajaja - no se porque pero Tom me inspiro confianza. Con su actitud despreocupada y burlona, creo que podria tolerarlo a el y a su fastidiosa sonrisa de burla - bien, me voy. Puedo dejarte el plato ¿cierto? -
- ¿ah? - lo mire con los ojos como platos mientras mordia mi rebanada - pero, pero ¿por que? -
- tengo una cita - Sonrisa burlona, no se como no le tire la pizza encima.

Alemania y un encuentro Cap.-2


Genial, Bien, perfecto, no sabia donde me encontraba, de echo jamas habia estado mas perdida en mi vida y me sentia mas extraña. Al darme mi horario sali de ahi pero la campana sono y todos se arremolinaron a sus clases sin permitirme preguntarles donde se encontraba el salon 135. Ahora sin duda estaba en un grave problema, tenia que encontrar a alguien y pronto. Mientras subia unas escalerrillas note a una chica, que se dirigia a una puerta que despues identifique como un baño. Me dirigi hacia ella casi corriendo y la tome del hombro ligeramente.

- Hola - note su mirada de desdén. Llevaba los ojos delineados y los labios con gloss rosa. Tambien tenia una perforacion en la nariz.

- Hola -

- oye disculpa, ¿pero podrias ayudarme? - note como abria mas los ojos y como fruncia ligeramente el seño.

-¿A que tipo de cosa? -

- Pues... - antes de poder decir mas me tomo de la mano y me introdujo en el baño, genial tal vez pensaba algo raro de mi, quizas era lesbiana y quiciera abusar de mi, Oh Dios.

- ¿Dime que cosas? - aun seguia con ese gesto serio y mirandome fijamente, sin soltarme de la mano. Me solte estrepitozamente de su agarre, aun sin comprender aquello.

- Escucha, no se que estes pensando y porque esta actitud tan misteriosa, pero solo quiero ayuda con mi horario - note como hacia una mueca de sorpresa y como despues se ponia a reir.

- ¿Tu... tu horario? - ahora posaba un codo sobre el lavamanos. - ¡joder! ya pensaba que me pedirias algunos dulcesitos especiales - oh genial, primero perdida, ahora con una delicuente que vendia droga. Bravo.

- Y-yo jamas aria eso - me note algo indignada.

- oh vamos, ¿como podria yo saberlo? - dejo de reir un poco y se miraba ahora en el espejo, acomodando su loco, muy loco cabello, negro pero con mechas azules, rosas, rojas, verdes, vamos... todos los colores del arcoiris. Tambien se acomodo su largo fleco que le tapaba un ojo. - ¿y que miras? -

- Bien, este... ¿me ayudaras? -

- Claro, dame tu hoja - antes de sacar completamente la hoja de mi carpeta, ella me la arrebato de las manos - bien, veamos, veamos... - poso sus ojos miel en mi hoja, asi pude seguir obervandola, traia una playera azul con un diseño loco y unos pantalones de mezclilla muy ajustados. Ella era tan delgada.

- Bien, genial - oh ahora que diria - tenemos bastantes clases juntas - fue acercandose hacia mi y me devolvio mi hoja - ¿que te parece? - fue acercandose a mi, tocandome la mejilla, pero antes de que ella pudiera avanzar mas, fui salvada por la campana. - ¡maldicion!, bueno dejame llevarte a tu salon - volvio a tomarme de la mano, espero que no se vuelva un habito.

- Aqui es, salon 154 -

- Gracias -

- de nada, lastima que esta clase no nos toque juntas - se volvia a acercar hacia mi - pero escucha, si yo te asuste, aun no has visto lo peor - me miro de una forma maliciosa - cuidate carita de porcelana - Ella se fue. acaso.. carita de... eso ya lo habia escuchado antes, atras muy atras...


Entre en el salon donde me tope con alguien mas, una chica de falda corta de color rosa y un sueter de color gris, quien estaba borrando el pizarron. Tome asiento en una de las bancas de enfrente.


- Hola - ella volteo con una amplia sonrisa y con su cabello castaño cayendole por los hombros y su flequillo sobre los ojos.

- Hola - dejo los borradores sobre el pizarron -

- ¿como estas? -

- Bien, ¿y tu?-

- Tambien, ¿como te llamas?-

- Caroline ¿tu? -

- Diana -

- mucho gusto Diana - ella se sento a un lado de mi.

- Igualmente -

- ¿disculpa, pero eres nueva? - genial la pregunta del millon.

- si, ¿y tu? -

- oh no, yo no, tengo 5 años en esta escuela -

- vaya, debe ser genial, debes conocer esta escuela a la perfeccion - si, fantastico, asi no tendria que seguir con la psicopata para que me guiara en esta escuela infernal.

- no solo la escuela, a los maestros, a los alumnos, en fin todo - Bingo.

- Oye y... - antes de que pudiera terminar note como un señor alto y regordete entraba por la puerta con unos libros bajo el brazo y con algunos chicos detras de el con cara de entierro.

- Ven sientate con nosotras - Bien, ya podria estar con un grupo de personas para no sentirme tan antisocial para variar.

- Bien - fuimos hasta el extremo del salon, pero, me percate de que en aquella hilera de bancas, solo habia mochilas, o bolsas de color rosa. No, no podia sacar conjeturas tan pronto pero... al ver a un cuarteto de chicas en la puerta, todas con fanda rosa, creo que quedo bastante claro donde me habia metido ahora. Una voz femenina pero potente le hablo al profesor.



- ¿podemos pasar? - se sacudio su rubio cabello. Sus ojos verdes parecian escanear todo loq ue habia dentro del salon en esos momentos, incluyendome.

- Si, Señorita, Haster -

- Gracias - las demas chicas la siguieron, una de cabello negro ondulado y otra con el cabello castaño pero mas obscuro que el de Caroline. Dios, no que esas mochilas sean de otras, de otras chicas, no, no. Pero mis esperanzas se vinieron abajo cuando cada una ocupo un lugar y saludaban a Caroline. ¿por que a mi?



Lunes, 17, 10: 03 am.

Encuentro numero 1.



Mierda, Mierda, con las populares, no podia ser verdad, no podia, ¿por que?. Me hubiera quedado con la traficante, antes de estar aqui. Terminando la clase mire mi horario, genial almuerzo, Caroline me hablo, supongo que queria que me sentara con ellas, pero no, ni hablar, jamas estaria con las "populares" habia tenido suficiente experiencia antes de como son ellas, ahora solo queria alejarme de ese mundo. Me excuse diciendo que tenia que recoger unas cosas en direccion y que despues las alcanzaria. Me dedique a observar desde un lugar seguro como todos corrian hacia la cafeteria. Yo pretendia dedicar mi tiempo en observar detenidamente aquella gran escuela. Me toque la cara estaba algo sudada, si bueno despues de mi primer encuentro con esa chica como no estarlo, me dirigia al baño, pero mi mochila se enrredo con algo y todas mis cosas calleron al suelo. Bien, no podria estar mejor. Me agache resignada y comence y meter mis libros y carpetas dentro de mi mochila, intente tomar un boligrafo pero en lugar de eso solo lo aleje mas

- regresa - alargue mi mano hasta tomarlo, estube apunto pero... choco contra unos tennis blancos, el pie de alguien. Una mano grande y con dedos delgados y grandes decendio, Note su esmalte color negro y como una gruesa cadena estaba alrrededor de su muñeca. Tomo mi boligrafo. Subi la mirada aun de rodillas en el suelo, era un chico con el pelo como si hubiera explotado algo en el laboratorio. Se inclino y se puso de cuclillas.

- ¿es tuyo? - hablo con un tono bastante amable, tenia su piel palida, ojos marrones, maquillados con sombras obscuras y un piercing en la ceja. Me quede un poco estupefacta. - ¿estas bien? -

- S-si si es mio - el me ofrecio mi boligrafo, lo tome algo cuidadosa, el me sonrio algo divertido de mi cautela. - gracias -

- Ten mas cuidado - ambos nos fuimos levantando lentamente del suelo. Oh por Dios, era enorme, para ser tan delgado. Su camiseta rojo vino se le ceñia perfectamente al cuerpo. Llevaba unos pantalones de mezclilla.

- La tendre - me di la vuelta para poder librarme de aquello, fue demaciado vergonzoso, ya que yo contaba con que aquel espectaculo no lo habia visto nadie, y ahora resultaba que él lo habia visto. Digamos que aun seguia algo aturdida y avergonzada para fijarme por donde caminaba, tropece con mis propios pies. Si ya lo veia, mi cara en el suelo, en el frio piso y aquel chico mirandome desconcertado y despues estallando en carcajadas. Si, ahi viene, ahi viene. Pero, no, nunca llego ese dolor que me anunciaba que mi profecia se habia cumplido. Abri un ojo y luego el otro, estaba inclinada, podia ver mi pelo al rededor de mi cara cayendo hacia delante. Senti como una mano me tomaba por el torso. Baje mi mirada, era un brazo delgado y largo, con una cadena en la muñeca. - Oh - solo alcance a pronunciar aquello. Senti como me reincorporaba de nuevo y como el cuerpo me daba la vuelta.

- Dijiste que tendrias cuidado - volvi a mirarme dentro de esos ojos cafes, sintiendo mi cuerpo reaccionando a su toque. Mi corazon se agitaba, como si fuera una reaccion quimica. El me miro tiernamente, yo aun no podia reaccionar cuando senti sus labios en los mios, acariciandolos dulcemente. Sus brazos se ajustaban a mi cintura atrayendome hacia el. Mis manos juguetearon con su cabello. Dentro de mi boca senti una pieza. Tambien tenia una perforacion en la lengua. Sexi.- Hum... - separo un momento su boca de la mia y sus ojos recorrieron el lugar, comenzo a caminar y llevandome hacia el baño. Si eso era. Sus manos acariciaron mis mejillas ya ruborizadas. Comenzo a quitarme el sueter. Yo recorria su espalda con mis dedos. Su lengua y la mia aun danzaban en nuestras bocas, sentia su saliba, por un momentos senti como me hundia en ese baile, como pense que jamas saldria de eso, que parecia un completo frenesi. Desperte hasta que senti sus manos bajo mi falta, sentia su toque aun debajo de las medias. Recuerdos furtivos invadieron mi mente. El ahora desabrochaba mi blusa color caqui. Mas recuerdos, para, basta. Aun cuando mi mente me lo gritaba, yo aun seguia inmersa en aquel sentimiendo. Pronto mis manos tocaron su desnudo pecho. Delgado, pero aun asi tenia formado el cuerpo, no sabia que eso era posible. Su boca tubo contacto con mi cuello. Me tomo por la cintura y me subio al lavamanos. Yo lo tenia contra mi, con mis piernas cruzadas al rededor de su cuerpo.

- Hum - Deje salir aquello. El estaba tan cerca de mi. Besandome el cuello, restregando su lengua y su frio piercing contra mi piel. Yo aun jugueteaba con su cabello, pegando mas su cabeza a mi. Sus manos comenzaron a tocar de bajo de mi blusa, cerca, muy cerca, ¡para!. lo aleje estirandolo del cabello. Su cara era de furia pero en sus ojos vi mi rostro. Miedo. - L-lo siento - lo deje en libertar de la prision de mis piernas y me baje de el lavamanos. Me acomode la blusa y la falda. Buscaba freneticamente mi mochila, ¿se habia quedado fuera?.

- Y-yo, no se... perdon - lo escuche murmurar. Sus ojos estaban perdidos. Coloco su mano sobre su frente. Bingo, mi mochila estaba en una esquina. La tome y sali de ahi